¿Usted confía en el profesionalismo del personal encargado de la seguridad en la empresa donde trabaja?... Esta pregunta la realice a un amigo en una plática que teníamos, donde salió a relucir el poco profesionalismo de algunos cuerpos de seguridad privada; la respuesta desde luego no me tomo por sorpresa, fue corta y contundente… NO.
¿Por qué?... En la respuesta que tuve, de la que surgió una plática aun más extensa y amena, surgieron algunos puntos que me sirvieron para elaborar este post, y espero que sea de utilidad a toda persona que labora en seguridad y quiera aplicarlos.
El personal asignado a seguridad y vigilancia, es en muchas ocasiones la primera persona con la cual los trabajadores y visitantes de una empresa tienen contacto; y es muy posible que de este contacto, se puedan formar una idea de la empresa en la cual laboran.
Lamentablemente sé por experiencia, que muchas empresas de seguridad privada, no se preocupan por capacitar a sus elementos, y los guardias entonces aprenden a prueba y error o por la experiencia de otros guardias; con ello vemos claramente que un guardia no profesional se detecta de manera inmediata por su Aspecto e Imagen.
Desaliñado, desaseado, pelo largo o mal cortado, calzado sin lustrar, uñas largas, uniforme sucio, viejo o descolorido, falto de equipo y equipo de trabajo mal cuidado. Esta imagen lamentablemente predomina en muchas empresas. Los guardias con este aspecto proyectan una imagen no profesional, aunado a un trato descortés y el desconocimiento de sus funciones, son el caldo de cultivo ideal para que los visitantes se lleven la idea de que la empresa en la que prestan sus servicios es una mala empresa o es una empresa insegura; y por supuesto, la autoridad de estos guardias es nula, propiciando que la gente los ignore o minimice, resultando en una baja autoestima en el mismo guardia.
Un guardia con una baja autoestima, no desarrolla su trabajo con excelencia, e incluso actúa con tibieza, permitiendo que las normas y procedimientos sean pasados por alto, con un elevado riesgo de accidentes o situaciones que afectan el patrimonio de las empresas.
Un guardia de aspecto profesional, debidamente uniformado, calzado lustrado, pelo corto, rasurado, aseado, bien equipado y con su equipo de trabajo en buenas condiciones, impone autoridad tan solo con su presencia; un trato cortes y el conocimiento de sus funciones, reforzaran su proyección profesional y por tanto, las personas confiaran y se sentirán más seguras.
Pero no sólo es el aspecto profesional, cuando el guardia hace un buen trabajo, y se siente orgulloso de ello, comienza a elevar su autoestima, y aumenta su confianza en hacer sus funciones, esta confianza se refleja en el porte y las personas reaccionan a ello.
¿Parece sencillo? Lo es, si usted es guardia de seguridad pruebe lo anterior y sorpréndase con los resultados.